El ejido se originó en España en la Edad Media y fue traído a México durante la Colonia.
Desde que se promulgó la ley agraria del 6 de Enero de 1915, este sistema comenzó a imponerse como la principal forma de propiedad en las tierras que repartían los revolucionarios. Los ejidarios podían aprovechar la tierra de un ejido, pero no podian venderla, rentarla o hipotecarla; en cambio sí se les permitía heredarla.
El gobierno cardenista transformó en ejidos tierras agrícolas muy importantes que antes pertenecian a haciendas en lugares como la Comarca Lagunera, los valles de los ríos Yaqui y Mexicali, la zona henequera de Yucatán, y Nueva Italia y Lombardía en Michoacan. Se estableció un Banco de Crédito Ejidal que prestaba dinero a los ejidarios para comprar maquinaria y sembrar.
Debido a que se mantuvieron los bajos precios de los alimentos, las ganancias de muchos ejidarios disminuyeron y estos se hicieron más pobres. Por último, la explosión demográfica provocó un aumento en la población del campo. En muchos ejidos la tierra no alcanzaba para todos los hijos de los ejidarios y la gente comenzó a emigrar a las ciudades para conseguir tranajo.
Una de las principales demandas que se presentaron durante la Revolucion fue la de devolver sus tierras a los pueblos y comunidades que habían sido despojados, así como fraccionar y repartir las grandes haciendas y latifundios entre la gente que carecia de tierras. Por lo anterior, el articulo 27 de la Constitucion de 1917 disponía que se repartieran los latifundios y reconocia a la pequeña propiedad privada junto con la propiedad comunal y la ejidal.
Unos años después, en la época del caudillismo, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles repartieron más de cinco millones de hectáreas de tierras entre cientos de miles de ejidarios. Lo hicieron para ganarse partidarios y aumentar su propio poder político.
El gobierno de Cárdenas creía que el elegido, no la pequeña propiedad privada, era la clave para el progreso del campo mexicano,así que repartió mas de 18 millones y medio de hectáreas entre más de un millon de campesinos. Pero después de 1940 ocurrió lo contrario: el reparto agrario se fue haciendo cada vez más lento y difícil,pues los campesinos tenian que esperar hasta 30 ó 40 años para que se les consediera una propiedad.
Los gobiernos favorecieron sobre todo a los agricultores privados y disminuyeron mucho el reparto de tierras y la creacion de ejidos.
A partir de la década de 1950, en muchos estados de la república los campesinos se cansaron de esperar y comenzaron a tomar las grandes propiedades para repartirse la tierra por la fuerza. Esta situación llevó a los presidentes Adolfo López Mateos y Gustavo Diaz Ordaz a repartir casi 40 millones de hectáreas. Incluso, el gobierno diazordacista advirtió en su momento que prácticamente ya no quedaban tierras para repartir. Pero todo eso no fue suficiente. Poco a poco, comenzó a aumentar la violencia en el campo.
